domingo, 1 de febrero de 2015

Que triste

"Y, sin embargo, que triste es
tenerte y no tenerte. "
Mario Benedetti

Paz

Iba yo por un camino,
cuando una voz de mujer
dijo detrás de mí: 

- ¿Me conoces? 

Me volví y le contesté:
- No recuerdo tu nombre.

Ella me dijo: 

 - Yo soy aquella Tristeza profunda 
que sufriste hace tiempo.

Sus ojos se parecían a la mañana
cuando el rocío está todavía en el aire.
Permanecí en silencio
y luego le contesté: 

- ¿Has perdido 
aquella carga inmensa de lágrimas?

Ella sonrió sin contestarme. 
Comprendí que sus lágrimas 
habían tenido tiempo de aprender
el lenguaje de las sonrisas.

Me recordó: 

- Una vez aseguraste que conservarías tu tristeza
para siempre.

Avergonzado, respondí:
- Es verdad, 
pero los años han pasado...

Después, con su mano entre las mías,
le dije: 

- Pero tú también
has cambiado.

Entonces, ella me contestó, serena:
- Debes saber que, 
lo que un día fue Tristeza,
es ahora Paz...

Rabindranath Tagore

Ventana

Y de repente, reparar en la ventana.
Benditos edificios de ciudad densa.
Te hacen desear sentir la fuerza de la gravedad en carne propia.

Negación

Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.

...




...




Confía.
No

Atormentada

- Ah, eres tú. Hace tiempo que no te dejabas ver por aquí.
- Sí, vaya que ha pasado el tiempo. Pero no te preocupes, a pesar de que has intentado mantenerme lejos y negar que me conoces, aquí estoy.
- No es precisamente agradable tenerte aquí, ¿sabes? No veo por qué estás tan feliz.
- Por que es mi oportunidad de convencerte de que formo parte de ti.
- No formas parte de mí. Mi vida y mi mente están mucho mejor desde que te expulsé.
- Entonces dime, ¿qué hago aquí? Sabes que no vengo si no me llamas. Me llamaste y por ende, aquí me tienes. Atormentando dulcemente cada una de las células de tu cuerpo, cada centímetro de tu piel.
- Yo no te llamé.
- Sí lo hiciste. No hay otra razón por la que estaría aquí.
- Bueno, no importa. Lo importante es que quiero que te vayas.
- Ay, corazón. Eso no es tan sencillo como crees. No pienso irme pronto esta vez.
- Pero no te necesito.
- Claro que sí. Formo parte de ti.
- Olvídame. Lárgate.
- Eso no suena muy convincente.  No quieres que me vaya, acéptalo. Te es sencillo revolcarte en el fango de tus miedos, de tu culpa y tu tristeza.
- Eso es mentira. Estoy bien.
- Aquí estoy, Ivonne. No estás bien.
- Estoy bien.
- Como quieras. Si quieres ignorar mi existencia, adelante. Pero estaré tras de ti todo el tiempo, como una sombra. Respirando en tu nuca y envenenando el aire que respiras. Mientras más me ignores, más creceré. Te haré desear lo que has deseado hace mucho tiempo. Lo que inconscientemente sigues deseando.
- ¿Sanar?
- No, destruirte.


Hoy, como todos los días desde hace casi dos meses, estoy sola. Pero hoy, precisamente hoy, ha venido una vieja amiga a visitarme. 

Mi locura.