domingo, 16 de agosto de 2015

fantasma

Ya es un fantasma, ya nunca va a regresar.
Quizá podamos honrar su recuerdo el dos de noviembre.


¿Es cierto eso?
Ya nunca más, nunca más.

sábado, 15 de agosto de 2015

Diferentes formas de lidiar con los sentimientos

- Sí, todos tenemos diferentes maneras de lidiar con la presión o con los sentimientos demasiado intensos. Algunas personas gritan, otras lloran, otras se aíslan... ¿Tú que haces?

- Lo escribo y lo publico en Internet.

- ...

No tortunejos...

...pero sí creaciones.




jueves, 9 de julio de 2015

Nopalitos

''¿Poqué ta tiste? ¿Poqué llora?''

Cómo deseo poder decirte que estoy triste por esa personita a la que no supe, no pude cuidar ni nutrir. Que estoy triste porque estuvo tres meses en un indefinido encierro en un recipientito, con frío, en soledad, esperando a que llegaras... porque no pude despedirme de ella hasta que llegaste. No tenía las fuerzas.

¿Cómo te puedo decir que durante muchos días, traje ese frasquito conmigo a todos lados? Incluso lo ponía entre la línea del pantalón y mi abdomen, en un vano intento porque estuviera lo más cerca posible de mí, porque no se enfriara.

No sé cómo decirte eso, por eso lo escribo.
Y vaya que es difícil escribirlo.

Tampoco sé cómo decirte que lloro porque recuerdo a esa pequeña personita, que está ahorita plácidamente nutriendo a un pequeño cactus. Ese nopal que me recuerda tan intensamente mis raíces. Esa planta a la que incluso llamo cariñosamente: mi bebé.

Sí, porque a pesar de que mi cuerpo no pudo darle vida, posiblemente su cuerpo pueda seguir viviendo en otra manifestación. Su energía ya dormida podrá alimentar más vida, para así seguir el ciclo al que todos estamos condenados.

¿Y cómo te puedo decir que la razón por la que incluso lloro más, es porque todo fue una broma cruel de la naturaleza? Porque no hubo señales de ningún bebé más grande que una semilla de mostaza. Que el punto sobre esta i. Porque cruelmente, mi cuerpo estuvo alimentando solamente a aquella estructura que serviría para cuidar al bebé que nunca existió.
Miento. Si existió, si no nada de lo otro habría ocurrido.

Existió.

De eso estoy segura. Por eso no podría separarme de ese pedazo de mi carne que tan violentamente expulsé hace casi seis meses.

Lloro porque extraño a esa personita. Lloro porque aún no supero su pérdida. Porque no sé si habrá algún día en que pueda recordarlo sin sentir que me estrujan el pecho.
Porque no creo que haya sido una broma producto de la crueldad de la naturaleza. Porque la naturaleza no es cruel, simplemente es.
Porque creo en la fatalidad y en la causalidad de la vida. 

Pero no puedo decirte nada. Simplemente me aferro a ti...
...y sigo llorando.

La fuerza del deseo

Dos tipos de situaciones relacionadas con desear algo:

Situación A:
 "¡Ah! ¡Quiero eso con todas mis fuerzas! ¡No me importa como le voy a hacer para conseguirlo! Sé que es difícil viajar a Tuvalú de mochilazo, pero sé que lo voy a conseguir. ¡De alguna forma!"

Situación B:
"Ammm... Pues como que me dan ganas de ir a la tienda que acaban de abrir a dos cuadras de mi casa, a ver qué tienen de diferente. Sí, algún día de estos iré. "

Y (no tan sorprendentemente) alguien te regala un boleto de avión a Tuvalú, porque su acompañante se embarazó y no quiere subirse al avión (y los boletos no son reembolsables, entonces prefiere dártelo).
Situación A: Check.

Por otro lado, la situación B (la fácil, barata, cerca y sobre todo, socialmente aceptable), no sale. Y cuando regresas de Tuvalú pasas por la dichosa tienda y resulta que ya la cerraron por falta de afluencia.

Bah.
Otro día será. 


lunes, 6 de julio de 2015

La tercera es la vencida

O la cuarta. O no hay quinto malo.
( O pfff, ya perdí la cuenta. )

Para suavizar la espera, un gatito:

viernes, 22 de mayo de 2015

Sugestión o percepción?

Posiblemente esté demasiado al pendiente de mi cuerpo. 
Posiblemente simplemente me esté haciendo ideas acerca de qué significará ese debilitamiento de uñas. Buscando razones por las cuáles los olores son mucho más intensos un día y no otro. Tratando de entender la nueva forma que tiene mi cuerpo de comunicarse conmigo... Ya sea comezón, cansancio, ligereza, pesadez, calor, frío, dolor, presión, etcétera. Siempre hay una forma. Siempre hay un mensaje. 
Y a mí me encanta decodificar. 

Pero - oh, demonios - luego recuerdo que la mente es muy poderosa. Que puede disminuir tu ritmo cardiaco a prácticamente cero en cuestión de minutos. Que puede provocarte una temperatura sin razón aparente. Que puede hacer que te sobrepongas al cansancio para salir a pasear con los amigos. 

La mente es fuerte. 
Mi mente es extremadamente fuerte. 

Y luego ya no sé cuál es la realidad. 


O quizá todas son parte de la realidad. Solamente que unas son autoprovocadas. Quizá todas son autoprovocadas. 
Como las nuevas esperanzas de hace dos semanas, que hoy mi propia mente está quebrando y que me hacen decir ''Adiós" de nuevo. 

Te he deseado tanto tiempo, que creo que voy a enloquecer...


martes, 24 de marzo de 2015

La serie tortunejos (II)

Empecé a hacerlos de nuevo, para mis dos amigas aquí en este centro de crear locos. Ellas ya están locas, al parecer. Lo bueno es que todos queremos estarlo, si no, no estaríamos aquí.








Happiness

I am happy if you are happy. That's just how it is.
Please, keep it going.




domingo, 1 de febrero de 2015

Que triste

"Y, sin embargo, que triste es
tenerte y no tenerte. "
Mario Benedetti

Paz

Iba yo por un camino,
cuando una voz de mujer
dijo detrás de mí: 

- ¿Me conoces? 

Me volví y le contesté:
- No recuerdo tu nombre.

Ella me dijo: 

 - Yo soy aquella Tristeza profunda 
que sufriste hace tiempo.

Sus ojos se parecían a la mañana
cuando el rocío está todavía en el aire.
Permanecí en silencio
y luego le contesté: 

- ¿Has perdido 
aquella carga inmensa de lágrimas?

Ella sonrió sin contestarme. 
Comprendí que sus lágrimas 
habían tenido tiempo de aprender
el lenguaje de las sonrisas.

Me recordó: 

- Una vez aseguraste que conservarías tu tristeza
para siempre.

Avergonzado, respondí:
- Es verdad, 
pero los años han pasado...

Después, con su mano entre las mías,
le dije: 

- Pero tú también
has cambiado.

Entonces, ella me contestó, serena:
- Debes saber que, 
lo que un día fue Tristeza,
es ahora Paz...

Rabindranath Tagore

Ventana

Y de repente, reparar en la ventana.
Benditos edificios de ciudad densa.
Te hacen desear sentir la fuerza de la gravedad en carne propia.

Negación

Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.
Todo está bien.

...




...




Confía.
No

Atormentada

- Ah, eres tú. Hace tiempo que no te dejabas ver por aquí.
- Sí, vaya que ha pasado el tiempo. Pero no te preocupes, a pesar de que has intentado mantenerme lejos y negar que me conoces, aquí estoy.
- No es precisamente agradable tenerte aquí, ¿sabes? No veo por qué estás tan feliz.
- Por que es mi oportunidad de convencerte de que formo parte de ti.
- No formas parte de mí. Mi vida y mi mente están mucho mejor desde que te expulsé.
- Entonces dime, ¿qué hago aquí? Sabes que no vengo si no me llamas. Me llamaste y por ende, aquí me tienes. Atormentando dulcemente cada una de las células de tu cuerpo, cada centímetro de tu piel.
- Yo no te llamé.
- Sí lo hiciste. No hay otra razón por la que estaría aquí.
- Bueno, no importa. Lo importante es que quiero que te vayas.
- Ay, corazón. Eso no es tan sencillo como crees. No pienso irme pronto esta vez.
- Pero no te necesito.
- Claro que sí. Formo parte de ti.
- Olvídame. Lárgate.
- Eso no suena muy convincente.  No quieres que me vaya, acéptalo. Te es sencillo revolcarte en el fango de tus miedos, de tu culpa y tu tristeza.
- Eso es mentira. Estoy bien.
- Aquí estoy, Ivonne. No estás bien.
- Estoy bien.
- Como quieras. Si quieres ignorar mi existencia, adelante. Pero estaré tras de ti todo el tiempo, como una sombra. Respirando en tu nuca y envenenando el aire que respiras. Mientras más me ignores, más creceré. Te haré desear lo que has deseado hace mucho tiempo. Lo que inconscientemente sigues deseando.
- ¿Sanar?
- No, destruirte.


Hoy, como todos los días desde hace casi dos meses, estoy sola. Pero hoy, precisamente hoy, ha venido una vieja amiga a visitarme. 

Mi locura. 

jueves, 29 de enero de 2015

Buen viaje

Ayer soñé que te ibas.
Hoy mi cuerpo me dice que ya no estás.
¿Aún sigues aquí?

¿Hice algo mal?
¿Por qué no te quieres quedar?

Mi cielo... Lo siento.
Quizá simplemente no es tu momento... Pero realmente quería ser tu mami. Aún lo quiero.
Si aún estás ahí... Quédate, por favor.


Si no,

Entonces buen viaje.

Te quiere,
Mamá

jueves, 22 de enero de 2015

Caminito de la escuela


Caminito de la escuela, 
apurándose a llegar, 
con sus libros bajo el brazo, 
va todo el reino animal.

Y definitivamente, el mío es fenomenal. 





Por cierto, aquellos edificio que se ven al fondo de la primer foto, es a donde tengo que ir todos los días. 

martes, 20 de enero de 2015

Sobre el concreto

Te vi, ahí, sobre el concreto. Un día nevado, extremadamente frío. No te movías. Ni un solo milímetro.

Me acerqué a ti, a sabiendas de que no te iba a gustar. ¿Qué estabas haciendo ahí? Ese no era tu lugar. Aún no me explico las circunstancias que te llevaron a desperdiciar tus últimas respiraciones en ese lugar frío y húmedo. Cuando te toqué te estremeciste y sentí un poco de esperanza ¡Aún podría salvarte! Moviéndome con la mayor sutileza posible, levanté tu frágil e inerme cuerpo...

Y te dejé sobre la hierba, cubriéndote con hojas y flores.
Caminé alejándome de ti, sabiendo que ya no dependía de mí. Que no pude ser más que un espectador. Un inútil espectador.

sábado, 10 de enero de 2015

Todo

Después de haberle comentado a un amigo de las buenas nuevas, me quedo pensando acerca de una frase suya: "Lo que me acabas de decir refuerza mi filosofía de vida. Todo pasa por algo".

La verdad yo también lo creo así, a riesgo de sonar muy esotérica o poco racional. Siempre he creído que, invariablemente, todo lo que sucede es por algo. Claro, es probable que sea solamente mi mentalidad primariamente optimista, o que mi cabeza se esfuerce demasiado en encontrar patrones donde no hay tales. Quién sabe.

De cualquier manera, sigo pensando que todo pasa por algo.

Confianza

Aún no puedo decirte muchas cosas, no vienen fácilmente a mi cabeza (o mi cabeza no funciona igual que antes, en fin). Definitivamente no creo ser como las otras mujeres, por lo cual no entiendo muy bien tu decisión pero la agradezco de todo corazón. Lo que sí te puedo decir es que has venido a voltear mi mundo de cabeza y me has hecho cuestionar mis ideales. (Lo siento, olvido que no sabes cuáles son...) En pocas palabras, mi ideal principal sería la confianza. Confío en otras personas, confío en que todo va a salir bien al final, independientemente de lo que suceda. Confío en que las decisiones que tome serán las mejores y confío en que las cosas suceden por algo. También confío en que siempre obtengo lo que deseo y, si no lo obtengo, es porque posiblemente no lo deseaba realmente o no era lo mejor para mí.

Afortunadamente, hasta el momento la vida ha ido acorde a mis creencias, ¡y vaya que son creencias difíciles de mantener! Para empezar, confiar en que las personas son buenas por naturaleza y que siempre va a haber alguien que me ayuda, es desafiar el pesimismo que actualmente ronda la conciencia social. Sin embargo, siempre ha sido así. Bueno, la mayor parte de las veces. Si ahorita quisiera recordar a alguien que me haya querido hacer daño a propósito, no podría recordarlo. En este momento, solamente recuerdo lo bueno que me ha pasado. Realmente, la gente me ayuda cuando lo necesito, incluso sin que yo lo pida. Me preguntan si estoy perdida (cuando realmente lo estoy y me da cosa preguntar). Me ofrecen "aventón" cuando es noche y el camino es peligroso o cuando estoy demasiado cansada para seguir andando.  Me regalan ropa cuando no tengo dinero para comprarla o estoy en un país frío sin la ropa adecuada  (y comprarla me saldría terriblemente caro). Me dan comida cuando tengo hambre. Me dan abrazos cuando estoy triste. Y me dan su amistad fácilmente. No sé por qué pasa eso. ¿Por qué la gente confía en mí? Muchas veces me dan toda esa ayuda sin que yo la pida. Justo en el momento preciso.

Tampoco entiendo las demás cosas en las que se basa mi confianza, como en que siempre obtengo lo que deseo. Y sin embargo, así ha sido siempre. Desde que tengo memoria. Si realmente deseo algo, siempre lo obtengo o lo hago. Cuando no sucede así (o sea, cuando no obtengo algo o no puedo cumplir una meta) en vez de enojarme con el mundo y reclamar por qué no se cumple mi deseo, me pregunto cuál es la razón por la que no está pasando. Invariablemente, descubro que realmente no lo deseo (o no con la intensidad suficiente) o que hay algo mejor esperando. O simplemente descubro que era una mala idea. Claro, darme cuenta a veces toma algo de tiempo.

Hay algo más que también me extraña... y que siento raro decirlo o escribirlo incluso aquí. Sé cuando algo va a pasar. Por ejemplo, cuando estaba aplicando a los doctorados, de repente tuve la seguridad de que si aplicaba a ese doctorado, tendría que decidirme entre dos ofertas. Y recuerdo haber pensado: "Demonios, eso va a ser muy estresante". Y en ese momento, no tenía ni una sola oferta.
Y bueno, realmente sucedió así. Tuve un periodo muy estresante de aproximadamente un mes, en el que medio olvidé mis ideales y la necesidad de elegir entre ambas ofertas me causaba muchísima ansiedad. Hasta el momento en que recordé mis creencias y me dejé llevar.

La última que recuerdo, es que había pensado dejar de buscarte cuando brincara el charco. Por que iba a ser complicado, muy complicado estando acá. Pero desde antes, desde abril, quizá... tenía la certeza de que te habría encontrado para cuando brincara ese charquito. Lo sabía, simplemente. Que cuando me subiera al avión, ibas a estar ahí. Que iba a llegar contigo. Por eso no me sorprendí tanto cuando confirmé mis sospechas. Y de ahí proviene el hecho de que estés amenazando mis ideales.
A pesar de que por fin encontrarte y bajo las circunstancias en las que sabía que sucedería... a pesar de eso, ya no sé si seguir con mi idea de que lo que sea que suceda, será lo mejor. Porque ahorita realmente estoy inclinada hacia una opción. Sé que el otro camino me pondría muy triste y que renegaría de mis ideales. En este momento, deseo hacer todo lo posible por que suceda. Sin embargo, el miedo de que no lo desee con suficiente intensidad está ahí.

Deseo que estés aquí, más vivo que nunca. Deseo enfocar todo mi ser en tu bienestar. Deseo que todo esto no sea en vano. Deseo... deseo que llegues a mis brazos. Deseo procurar tu bienestar, cuidarte, guiarte en la medida de lo posible. Deseo ser capaz de ayudarte a crecer.

Disculpa que tenga que ser tan difícil para ti. Sé que es difícil. Lo sé. No sé por qué, pero sé que estás batallando. Estoy quebrada, rota. Intentando repararme desde hace un poco más de dos años. Y muchas veces me pregunto si ha sido lo suficiente para poder ayudarte y no estorbar tu desarrollo. Se me antoja tan poco tiempo...

También noto que estoy llegando al borde de mis reservas. Realmente te estoy entregando todo mi ser. Y lo hago con gusto. Si, a pesar de eso, decides no seguir este camino, estaré quebrada más allá que lo que he estado alguna vez. Por que, definitivamente, todo te lo estoy dando. Sé que no dejo suficientes recursos para mí. Pero está bien. Sea cual sea tu decisión. Si decides ocupar el espacio que te estoy preparando, está bien. Si decides no hacerlo... espero que también esté bien. Quiero confiar en que lo estará.

Te quiere,

Mami.