jueves, 24 de abril de 2014

Concierto

Esta semana, después de mucho tiempo, regresé al canto.¡ Y vaya de qué manera!
Nada más y nada menos que con un curso maratónico de 5 días con el maestro Héctor Sosa, un contratenor sorprendente. El día de hoy vamos a ver que tal fue el resultado, con un concierto gratuito en el museo Arocena a las 7 de la tarde. Voy a cantar Che farò senza Euridice, de Gluck y otras más. Somos 10 cantantes, y por primera vez quiero invitar a todos mis conocidos (y no tan conocidos).
Así que si alguien va, mencione que vio el anuncio en este blog y se ganará un abrazo muy fuerte.

¡Besos y abrazos a todos!

lunes, 7 de abril de 2014

¡Vamos a hacer ejercicio!

Plática 1, día x.

-Oye, siento que no hago el mismo ejercicio desde que me regresé a mi tierra.
-Yo tampoco, quiero encontrar algo que hacer.
-¿Qué crees que sea?
-Yo me movía más en camión.
-Sí, yo también. Y caminaba más...
-Y nos íbamos en bicicleta a veces, también.

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Plática 2, día y.
- Tenemos que hacer cuentas de nuestro presupuesto.
- Me parece bien. A ver... ¿cuánto estaremos gastando de gasolina?
- Como unos 1500 al mes.
- ¡¿Qué?! ¡No manches, es demasiado! Ese carro gasta demasiada gasolina.

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Plática 3, día z.
- Me traje la bici que me regaló mi abuelo. Creo que sólo hay que arreglarla un poco.
- Mmm... (¿Un poco? Se cae de vieja)
- ¿Cómo la ves?
- Mmm...

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Plática 4, hoy.

- ¿Sabes? Por collarines como éste me empezaron a decir tortuga. ¡Mira, mira! se me levantan bien feo los cachetes.
- Mmm... ¿Y cómo te sientes?
- Pues todavía me duele.
- ¿Y cuándo vas a regresar al trabajo? ¿Cuánto te dieron de incapacidad?
- Tres días. Mañana regreso... Ahora tendré que soportar las preguntas de mis alumnos: "Miss, ¿qué le pasó?", "¿Cómo está?". Y todo por venirme a la escuela en bicicleta.


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Sí. No me caí, me tumbaron de la bicicleta hace unos cuantos días. Ya estoy mejor, pero aún duele. Hubiera disfrutado mucho mis días de incapacidad, de no ser por el dolor (y las probables consecuencias). Lo bueno es que el chipil de mi gatito bebé me hace compañía y se duerme conmigo cuando estoy acostada. (O sea, casi todo el día). Ah sí, y recordé mi obsesión por los videojuegos (¡Perdón por no hacer de comer ni recoger la casa! Tú eres el culpable, no debiste haber instalado ese juego...)

Pero aún así, sólo estoy esperando recuperarme para irme de nuevo en bicicleta a la escuela. Esos 12 km me hacen cosquillas.