domingo, 8 de septiembre de 2013

Hasta que el cuerpo aguante

Es divertido observar como se puede encontrar la motivación perdida en un pequeñísimo detalle.
Puede ser música que te recuerda los buenos (y vergonzosos) momentos de tu adolescencia o un folleto que te recuerda ese sueño que tienes desde hace años, que se quedó guardado en un cajón por antojarse imposible... y que repentinamente te das cuenta de que no es tan difícil como podría parecer en un principio.

Por eso, hoy, y los días que sean necesarios, voy a seguir hasta que el cuerpo aguante.

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