viernes, 6 de septiembre de 2013

Casi... casi

Por ti, podía hacer cualquier cosa.
Por ti, el dolor es algo que incluso podría haber disfrutado.
Por ti, mi alma buscó aquellas catarsis que lo dieran el sosiego tan añorado.
Solamente por ti.




Ahora es tiempo que comience a ocuparme únicamente de  mí misma y deje de angustiarme por ti. Por lo que ya no es... por lo que ya no podrá ser.

Es tiempo que le de carpetazo a esas historias que me negaba a terminar.

Que escriba la frase final de la historia, aunque sea una de esas historias que nunca serán leídas.
Que cierre esos ciclos que me atormentan continuamente y sin advertencia alguna...
Que deje de buscar pretextos, que deje de engañarme a mí misma.

Para poder dejar de depender de los demás.

Para despertar a la alborada de un nuevo día con los ánimos renovados.
Y poder disfrutar las palabras que dejo de escribir aquellos libros  hasta el día de hoy inconclusos, para escribirlas en mi propio relato personal.

En mi descripción del país de las tortugas.

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