Mientras despotricabas contra mí, yo sólo quería abrazarte.
Como una madre, para tranquilizarte.
Como una amiga, para acompañarte.
Como una novia, para pedirte perdón.
Como abrazas a alguien que llora y se enoja al mismo tiempo. A pesar de que sabes con toda certeza, que ese abrazo será rechazado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario